Fuente: Cointelegraph.com
América Latina y el Caribe experimentaron un crecimiento económico del treinta y seis por cien en 2022, impulsado eminentemente por el consumo y la recuperación de los mercados de trabajo. No obstante, la actividad económica se desgastó a fines del año pasado debido a la desaceleración del crecimiento mundial y las limitaciones financieras.
El Banco Mundial ha publicado sus perspectivas económicas para dos mil veintitres, en el que incluyen desafíos adicionales para la región, como el aumento de las tasas de interés de la Reserva Federal de Estado Unidos, la reactivación económica aguardada de China y un decrecimiento en las importaciones. Estos factores pueden afectar de manera negativa el crecimiento económico, que se estima en un 1.3 por ciento para este año.
A pesar de estos desafíos, América Latina y el Caribe prosiguen siendo una zona con un potencial económico significativo. Los gobiernos y los líderes empresariales están trabajando juntos para fomentar un crecimiento sustentable y una restauración económica sólida en la región.
La zona de Latinoamérica y el Caribe sigue siendo un destino atractivo para los inversores y las empresas internacionales, merced a su riqueza de recursos naturales y su mano de obra altamente capacitada. Con un enfoque en la cooperación y el desarrollo sostenible, América Latina y el Caribe pueden superar los retos económicos actuales y avanzar hacia un futuro más próspero.
En este sentido, el informe del Banco Mundial señala que para este dos mil veintitres, se espera que: “Brasil crezca un ocho por ciento en dos mil veintitres dado a que las altas tasas de interés van a frenar las inversiones, y el crecimiento de las exportaciones se desacelerará. La economía de México se expandirá un 0.9 por cien este año, de acuerdo con las proyecciones, dado que las condiciones monetarias restrictivas, la inflación persistentemente alta y la merma en las exportaciones reducirán la actividad. Se prevé también que el producto interno bárbaro (PIB) de Argentina crezca un dos por cien en dos mil veintitres, puesto que la inflación muy elevada del país obstruirá la actividad económica. Tras acrecentar el año pasado, asimismo se espera que el desarrollo en Colombia se desacelere marcadamente, hasta llegar el 1.3 por ciento este año. Por otro lado, es probable que la economía de Chile se contraiga a lo largo del año, dado a que la baja en los ingresos reales erosionará el consumo. En Perú, la fuerte inseguridad normativa y la minoración de los precios de los metales van a frenar el crecimiento, que se proyecta en un 2.6 por cien para 2023. Asimismo, se prevé que el crecimiento en Centroamérica se mitigará hasta el 3.2 por cien en dos mil veintitres, conforme la desaceleración de la economía estadounidense reduzca las exportaciones y el ingreso de remesas. Por otra parte, en el Caribe se espera una expansión más firme, del cincuenta y seis por ciento , pero esto va a ser reflejo en una parte de una recuperación largamente retardada tras la recesión provocada por la pandemia”.
El informe concluye indicando que “En términos más generales, las proyecciones señalan un estancamiento de los niveles de vida en la primera mitad del decenio de 2020, con un crecimiento promedio del PIB por cabeza del seis por ciento
